Mi trabajo explora la relación entre lo femenino, la memoria y la naturaleza a través de imágenes que transitan entre el rito y la herida. En mis series Mutiladas y La Diosa abordo los arquetipos femeninos como lugares de tensión: la violencia sobre los cuerpos y la potencia sagrada que persiste en ellos. Trabajo con materiales textiles, objetos cotidianos y registros fotográficos de acciones performáticas. Elijo estos soportes por que me interesa la materialidad que guarda huellas, cómo una prenda usada, el resto de un objeto o una imagen velada pueden convertirse en portadores de memoria. Concibo mi obra como un atlas vivo de gestos y símbolos que retornan, se transforman y dialogan con el presente. Combinando opuestos complementarios, lo íntimo se enlaza con lo colectivo y lo mítico con lo contemporáneo. En cada pieza busco que la imagen no quede fija, sino que se active como experiencia sensible y política en quien la contempla.